La mujer es acusada de haber tenido sexo con un amigo de su hija, de sólo 14 años, luego que el adolescente se pasara la noche bebiendo alcohol.

La madre de tres hijos, llamada Tammy Gregory, tiene 36 años y está enfrentando un juicio por mantener relaciones sexuales con un menor de edad en su propia casa en el condado de Berkshire, al sudeste de Inglaterra.

El joven, habría llegado al hogar de Gregory durante la madrugada luego de asistir a una fiesta junto a su hija y otros amigos, lugar en el que habría bebido grandes cantidades de vodka, según consigna el medio inglés Daily Mail.

El fiscal Christopher Hewertson, señaló al jurado que el joven se metió a la habitación de la mujer mientras sus amigos se acostaron en la pieza de la hija, y que cuando despertó en la mañana vio a Tammy acostada a su lado.

Lee también: Detienen a profesora ‘gringa’ por tener sexo con 6 alumnos en su auto y escuela

En ese entonces se supone que comenzaron a besarse y luego tuvieron relaciones sexuales. En una grabación que mostraron en el juicio, el joven asegura que eran cerca de las 3 de la mañana cuando él fue a la habitación de la madre.

Cuando entré a la habitación ella no estaba. [Al día siguiente] desperté, no sé a qué hora, había luz y ella estaba ahí. Comenzamos a besarnos y pasó. Bajé su pijama y no hablamos“, declaró. Agregó que luego dejó de besarla, se bajó los pantalones también y tuvieron relaciones, sin decir una palabra.

Por otro lado, la acusada niega tajantemente haber tenido algún tipo de contacto sexual con la supuesta víctima, pese a que los peritos aseguran que no es un invento del adolescente ya que no hay motivos para hacerlo, y que sería una respuesta franca ante la situación.

La defensa de Gregory, John Barker, declaró que el joven había llegado hasta la casa de su clienta totalmente borracho y que fue recostado en la habitación de los dos hijos de la mujer, pero que durante la noche apareció en la pieza de Gregory asegurando que se sentía muy mal, por lo que ella le fue a buscar un vaso de agua y dejó que durmiera allí, sobre la ropa de cama.

El niño desmintió esta versión y dijo que no tenía razón para mentir y que los hechos ocurrieron tal y como él relata.

Por último, el chico asegura no sentirse una víctima, pues afirma haber participado consciente del acto, no obstante, la mujer insiste en que ella solo lo cuidó hasta que se quedó dormido.