Más de alguna vez hemos escuchado o nos hemos referido a alguien con un “apetito sexual” intenso, como “picao’ de la araña”, pero…¿sabemos realmente de dónde proviene este dicho.
Ya sea un eterno galán o un vividor sin remedio, los “picaos de la araña” no desaprovechan oportunidad alguna para dar rienda suelta a sus más “bajos instintos”, sin embargo, sus motivos están muy lejos de lo que en realidad significa este popular dicho chileno.
Pocos saben que este clásico término nace a partir de la picadura de la araña del trigo y que también se le conoce como araña de poto colorado, pues su veneno contiene químicos tóxicos que producen una erección prolongada del pene o que se conoce, científicamente, como “priaprismo”.
Cabe señalar que la mordedura de este bicho se manifiesta con dos marcas de color rojo y produce dolor varios minutos más tarde. Además de esta manifestación, otros síntomas, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos son sudor, escalofríos, debilidad muscular, náuseas y vómitos, dolor de cabeza, dificultad respiratoria e incluso sensibilidad a la luz.
Tan potente es el efecto de su veneno, que el 2007 científicos chilenos lograron extraer de éste un principio activo para tratar la disfunción eréctil, ya sería mucho más eficaz que el citrato de sildenafil, conocido popularmente como viagra, según aseguró a El Mercurio en ese ocasión, el líder del proyecto el doctor en Biología Molecular Fernando Romero.
Cabe señalar que este arácnido habita casi exclusivamente en las regiones del Bío Bío y La Araucanía.
