El lunes a las 2 de la madrugada, la joven Dila Vera de 26 años sufrió el ataque de dos personas: primero un hombre, quien le lanzó ácido en su rostro, mientras que la mujer que lo acompañaba la apuñaló en el pecho.
Aunque Dila fue trasladada al hospital, falleció a las pocas horas. Desde el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) condenaron la muerte de la joven transexual, ocurrido en la población Pablo de Rokha en la comuna de la Pintana.
Los atacantes continúan libres, “lo que consideramos lamentable y repudiable”, afirmó el presidente del Movilh, Rolando Jiménez, a La Nación. Este acompañó a la familia durante los funerales, los cuales fueron realizados el jueves. “Es una situación tan triste, como impactante por su violencia. Expresamos toda nuestra solidaridad a la familia”, añadió Jiménez.
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Este detalló que “Dila había sido previamente objeto de burlas por su identidad de género en la población. Para nosotros lo concreto es que las personas transexuales son especialmente vulnerables, más aún en espacios de pobreza o extrema pobreza”.
“Lanzar ácido en la cara de una persona, para luego matarla, es de una brutalidad extrema y una evidente muestra de la vulnerabilidad de la población transexual”, explican desde esta organización.
Jiménez fue enfático al llamar a “las policías y a las fiscalías a hacer su pega. Ya es demasiado cruel enterrar a tu hija en el primer día del año, teniendo la certeza que los asesinos deambulan cerca de tu casa. Esto es intolerable, un dolor extremo que nadie merece”.
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