Cada vez que llega diciembre, el fotógrafo profesional Peter Thorpe se prepara para la tradición familiar: disfrazar a su perrita, Raggle, como algún otro tierno animal para la tarjeta de Navidad.
Esta costumbre comenzó hace 20 años, con otro can llamado Paddy y que ha continuado hasta nuestros días, gracias a la habilidad de Raggle de posar y quedarse quieta mientras usa el traje, como detalla el portal de virales Hello Giggles.
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Lo que más llama la atención en las imágenes, son los detallados disfraces, que no tienen ni una pizca de Photoshop: Sí, así de geniales quedan. Lamentablemente, Raggle está muy viejita para continuar siendo la modelo de las fotos, así que esta imagen será la última que protagonizará.
“Esta es la actuación final de Raggle antes de su retiro. Viejita y con un corazón débil, ella todavía responde bien a la comida saborsa, así que la dejamos en el set por un par de minutos. Como una verdadera profesional, ella se sentó en esa posición y nos dio un par de opciones de cabeza y mirada, antes de volver a su canasta a seguir durmiendo”, detalló Thorpe
El fotógrafo concluyó la historia así: “Dos perros, tres niños y más de veinte Navidades después, hacer estar cartas se ha convertido en una tradición familiar y un hermoso registro que atesorar”.
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