Los animalistas trabajan desesperados para salvar la vida de una Pastor Alemán, luego de que su “solidaria” dueña decidiera una cosa: si ella moría, la perrita también partía al otro mundo. Y esto lo dejó establecido de manera legal en un testamento, que su abogado quiere hacer cumplir a como de lugar.

La dueña del año se llamaba Connie Lay, de Indiana, Estados Unidos y falleció en noviembre. Antes de su muerte, decretó que “Bela” (su mascota) debía ser eutanasiada, cremada y que sus cenizas se mezclaran junto a las de ella, como detalla el medio británico Daily Mail.

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Su abogado afirma que “Bela” era propiedad de Lay, por lo tanto ella era libre de hacer lo que quisiera con la perrita. Los voluntarios animalistas del Centro Humanitario PAWS de la zona han luchado por librarla de la muerte y lograr darla en adopción, con todos los procesos judiciales corriendo en su contra.

Muchas familias han pedido cuidarla, pero su defensor insiste que se debe respetar la voluntad de la difunta y añade que el animal es agresivo, ya que fue la guardiana de Connie durante años. De hecho, cuando la mujer murió, “Bela” defendió su cuerpo a tal punto, que no dejaba que nadie entrara a la casa.

Pero los voluntarios que han trabajado con el animal -de momento, en un refugio-, dicen que no es tan agresiva como se cree y que su comportamiento puede cambiar, para así darla en adopción. Es así como la batalla por la perrita continúa, inundando las redes sociales con la etiqueta #SaveBela (Salven a Bela).