Francia y Suiza terminaron la primera jornada con igualdad 1-1 en la final de la Copa Davis este viernes en Lille. Lo destacado del día fue la derrota de Roger Federer frente al local Gael MOnfils por parciales de 6-1, 6-4 y 6-3.

En el primer duelo de los individuales, Stanislas Wawrinka había puesto a los suizos por delante, derrotando al número uno de los locales, Jo-Wilfried Tsonga, por 6-1, 3-6, 6-3 y 6-2.

Después de ese primer punto, Suiza estaba ante una gran oportunidad para encarrilar el camino hacia su primer título en la Copa Davis, con Federer, número 2 del mundo, ante Monfils, 19º de la ATP.

Federer había estado en duda durante toda la semana, después de haber tenido que renunciar por un problema de espalda antes de la final del ATP Masters, que iba a jugar el domingo pasado en Londres ante el serbio Novak Djokovic.

Sin embargo, esta semana se ejercitó por primera vez el miércoles y venía trabajando para llegar lo mejor posible al partido del viernes, donde Monfils fue abrumadoramente superior.

“Mi espalda no me molestaba en ningún golpe en particular. Era mas bien una especie de temor, como ocurre a menudo cuando regresas de una lesión, sobre todo de espalda. Necesitas un tiempo para no pensar en ello”, explicó el número 2 de la ATP según apunta la agencia de noticias AFP.

Monfils, que nunca lo había derrotado en tierra batida en cuatro enfrentamientos anteriores, pudo ir ganando confianza poco a poco y, ayudado por un ambiente entusiasta en Lille, golpeó con rabia cada bola, consciente de que la victoria era necesaria para corregir el rumbo.

“Es uno de los tres partidos más grandes de mi carrera. Este partido demuestra que cuando estoy preparado puedo conseguir cosas grandes”, celebró Monfils.