Los chilenos estamos cada vez más fanáticos de Facebook y otras redes sociales, especialmente entre las nuevas generaciones. Así lo demostró un estudio de TrenDigital, el cual reveló que el 79,6% de los jóvenes en Chile postergan sus obligaciones por estar metidos en las redes sociales.
Además, el 82,6% afirmó que no puede controlar su uso, tal como si fuera una adicción. Esta investigación llamada “Privacidad y Seguridad en la Era 2.0” buscaba determinar la dependencia de las redes sociales, cómo manejan los jóvenes su privacidad en la red, riesgos del mal uso y respeto de la propiedad intelectual.
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Fue así cómo destaparon que el 61,6% de estos se comunica con usuarios que conocen en Internet, pero no en persona. Además, 79,4% se acuesta tarde por seguir en las redes y el 82,6% las sigue usando a pesar que intentan parar, como informa agencia UPI. Eso sí: el 89,6% piensa que debería pasar menos horas dedicado a esto.
¿Pero cómo se llega a tal nivel de adicción? El investigador y profesor de la Facultad de Comunicaciones UC, Daniel Halpern, explicó que “la dependencia se logra cuando las actividades que uno hace en el día a día comienzan a hacerse de forma reiterada a través de estos medios, lo cual genera una rutina y hábitos, que con el tiempo se transforman en una dependencia”.
¿Quieres saber si eres dependiente? Te darás cuenta “cuando uno empieza a extrañar el hecho que no lo tenga o cuando su hábito diario se ve afectado por el no uso de éstos”, puntualizó Halpern.
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“De ser algo externo, hoy los jóvenes miran su vida a través de las redes sociales. Cosas que antes eran cerradas e íntimas ahora dejaron de serlo ya que es mucho más entretenido ver cosas en las redes sociales que en la vida regular y los jóvenes lo internalizaron como parte de su cultura”, enfatizó el investigador.
Las razones por las que dependen de estas plataformas: el 73,9% cree que se pierde de algo si no se conecta; el 62% prefiere comunicarse por medio de las redes que a cara a cara y el 56% la usa porque ha tenido un mal día o se siente triste.
El llamado es a ponerle atención a este comportamiento y especialmente, ponerle ojo a la sobreexposición Al consultarles “¿Cuáles de estos datos están disponibles en internet de forma pública?”, el 94,3% dijo tener fotos personales, el 72,6% un video en el que aparecen, el 67,4% la dirección de e-mail y el 47,5% el lugar donde trabajan.
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Además, al utilizar estas plataformas se exponen a distintos peligros: más de la mitad de los jóvenes fueron estafados con falsos concursos, el 24,6% dijo que hackearon sus cuentas de redes sociales o correos electrónicos y el 22,2% han recibido e-mail solicitando claves bancarias.
Oliver Flögel, gerente general de Microsoft, enfatizó que “el estudio deja en evidencia la escasa conciencia y la baja percepción de riesgo que tienen los jóvenes en internet. Al compartir información e imágenes que no exhibirían en otro contexto o descargando contenidos de origen desconocido o no autorizados, quedan expuestos a riesgos de seguridad”.
