“¿Cómo desearían verse las personas realmente?”, fue la pregunta que se hizo el fotógrafo Scott Chasserot y que terminó convirtiéndose en un osado experimento digital. Para lograr dar con la respuesta se decidió a mezclar un escáner cerebral con Photoshop, para así captar la mejor versión de sus voluntarios… según ellos mismos.
Primero, les tomó un retrato simple frontal, bastante parecido a la fotografía que uno se toma para sacar el carnet. Después, modificó las imágenes hasta crear 50 versiones distintas de la original y fueron mostradas al voluntario. Mientras estos las observaban, fueron monitoreados con un escáner cerebral.
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Basado en estos datos, Chasserot pudo determinar la fotografía que generaba la reacción más positiva. “La metodología sigue en una fase piloto de estudio. Hay demasiado que improvisar en este campo. La imagen ‘ideal’ es la que tuvo la reacción positiva más fuerte inmediatamente después de la presentación y no puede ser distinguida de manera teórica”, explicó el artista al portal de arte digital Peta Pixel.
Aquí les dejamos el resultado de su investigación: la imagen original está a la izquierda y la modificada a la derecha. Mientras algunos quedaron bien arreglados con la “manito de gato”, otros claramente tuvieron resultados extraños.
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