Se acaba la cuenta regresiva: desde hoy se implementará de manera gradual la reforma tributaria, iniciativa que busca renovar por completo el sistema de impuestos que pagan las empresas. No sólo aumentará el impuesto de primera categoría (del 20 al 21%), sino que también apuntará a los impuestos correctivos: es decir, aquellos que controlan conductas como beber alcohol, fumar y consumir bebidas azucaradas.
Esta medida es común en muchos países del mundo y en el nuestro no podía ser la excepción. Es por eso que los vinos y cervezas aumentaron su porcentaje de impuestos desde 15 a un 20,5%, según informó 24 Horas. Es decir, un vino que costaba 2 mil pesos, ahora subirá alrededor de 100 pesos por botella; mientras que una cerveza retornable que solía rondar los mil, subirá alrededor de $50 de precio.
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El mayor “palo” se lo pegaron a los productos destilados, como el pisco, ron y whisky, que pasarán del 27% de impuestos al 31,5%. Por lo que una botella de pisco que costaba 4.800 pesos pasa a valer $5.400.
Los fumadores tampoco se salvan, ya que el tabaco aumentó ocho veces su impuesto específico. Desde el Ministerio de Hacienda explicaron que esto permite una “mayor recaudación, gravando de mejor manera el consumo de cigarrillos”.
Por lo tanto, “las cajetillas cuyo valor de venta actual es de $1.500 (precio en torno al cual se encuentra más del 50% del mercado), aumentarán a $2.060, lo que representa una variación mayor a 37%”.
Además, si es fanático de tomar Coca-Cola en cada almuerzo familiar, quizá quiera reconsiderar comprar agüita mineral, ya que las bebidas ricas en azúcar también subieron sus impuestos de un 13 a un 18 por ciento; mientras que aquellas que no contengan este dulce componente bajaron su gravamen del 13% al 10%.
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Esta será la primera etapa de una reforma que representa el mayor cambio en la materia de impuestos de los últimos 30 años. Cabe destacar que para el 2015 entrará en vigencia otro punto de esta: el impuesto a las emisiones contaminantes de los automóviles.
