Sabemos que quieres apoyar a tu pareja, pariente o amiga a través de esta difícil enfermedad, pero hay un par de frases que no deben salir de tu boca o sólo empeorarán la situación.

Dicen que la llegada de un niño sólo traerá felicidad a sus padres… ¿pero qué ocurre cuando esto no se concreta por motivos psicológicos? La depresión postparto afecta a entre un 10 y un 20% de las mujeres que dan a luz, prevaleciendo en los niveles socioeconómicos más bajos y madres adolescentes. Este cuadro es muy serio y si no es tratado, puede extenderse durante un año y repetirse con mayor severidad en partos posteriores.

A pesar de que esta enfermedad es más vieja que el hilo negro, en Chile no manejamos mucha información sobre el tema, lo cual puede llevarnos a decir frases bastante inoportunas, perjudicando la salud mental de la madre. Es en este contexto que The Huffington Post armó un listado de lo que no debemos decir, para que dejemos de meter la pata y empecemos a ayudar más.

1) “Eso le ocurre a todas”
Los sentimientos de tristeza, miedo o enojo en las dos semanas siguientes al parto son comunes y afectan al 80% de las madres, según un estudio de la Escuela Americana de Obstetras y Ginecólogos; pero no suelen extenderse más allá de este periodo, a diferencia de la depresión postparto que puede extenderse durante meses y tener síntomas mucho más severos.
La tristeza es la señal más frecuente: la mujer se siente desanimada, desdichada y frustrada, surgen ideas suicidas, hay problemas de apetito, llanto constante e irritabilidad hacia la pareja e hijo. Así que no normalices este cuadro, porque no es algo típico y se necesita de terapia y medicamentos para revertirlo.

2) “Te sentirías mejor si hicieras tal y tal cosa”
Es común que intentemos aconsejar a nuestros seres queridos, pero cuando se trata de una enfermedad tan grave, nuestras ideas pueden estar demás (a menos que seamos un terapeuta profesional). Ni un vaso de vino ni una caminata por la playa van a arreglar un cuadro depresivo severo.

3) “Cuando tuve a mi bebé no había tiempo para deprimirse”
Las mujeres que sufren de depresión postparto sienten mucha culpa y vergüenza de no poder cuidar a su hijo tranquilas, por lo que este tipo de opiniones están demás. Lo mejor es mostrar algo de simpatía, en vez de empeorar la condición con comparaciones.

4) “Siempre quisiste un bebé, deberías estar feliz”
Que una mujer tenga este cuadro no significa que no quiera a su hijo ni que no se sienta realizada: simplemente tiene una enfermedad que no la deja disfrutar con libertad.

5) “No necesitas medicación”
No importa si la persona solía ser muy sana o si tú no tomas ningún fármaco como filosofía de vida: hay casos de depresión postparto que sí necesitan de medicación para que el cuerpo vuelva a su equilibrio bioquímico.

Lo que sí puedes decir

1) “Me ofrezco para comprar la comida”, “puedo cargar tu bebé un rato”, “te ayudo con el aseo mañana”: ayuda en tareas cotidianas bien puntuales, de manera que tampoco hagas que la madre se sienta inútil. Hazla que te vea como un apoyo.

2) “Esos son los síntomas hablando, no eres tú”: Ayúdala a entender que después del tratamiento volverá a sentirse bien y que sus ganas de llorar todo el día son igual que los estornudos de un resfriado: se irán.

3) “Sé lo mucho que te esfuerzas”: A veces sólo podemos reconocer lo mucho que la persona se está esforzando por arreglar sus problemas psicológicos. Decirlo hará que se sienta más apoyada.

4) “Estoy aquí para ti, no importa cuánto tiempo tome”: El tratamiento puede tomar tiempo, incluso meses, por lo que hay ser constante reafirmando a la otra persona.