Cuando se trata de bajar de peso, todos se creen expertos: andar tomando 10 litros de agua al día, comprar Nuez de la India o salir a trotar sin tomar desayuno son algunas de las brillantes ideas que proponen. Como anda mucho mito dando vuelta y las cifras de obesidad siguen creciendo (según el Ministerio de Salud, el 67% de los adultos chilenos presenta exceso de peso), les contamos los tips que NO sirven para hacer dieta, según informa la revista “Women’s Health Magazine”.

1) “No comas grasas, porque engordas”
No todas las grasas son malas. De hecho, necesitamos comerlas de manera moderada para absorber las vitaminas A, D, E y K y también existen algunas que cuidan nuestra visión y piel (como el omega 3 y 6), tal como les contamos en la nota “6 cosas que no sabías sobre las grasas”.

¿Cuáles evitar? Aquellas que son saturadas y que normalmente encontramos en papas fritas, galletas y comida chatarra en general.

2) “Deja de comer la colación para ahorrar calorías”
Sabemos que en el camino al cuerpo perfecto querrás recortar calorías de todos lados, pero quitar las colaciones sanas podría ser contraproducente: te hará estar más hambriento en tu siguiente comida y esto te llevará a consumir mayores porciones. Para no llegar con el “medio diente” a la casa, come algo sano en el intermedio: almendras, nueces, frutas y yogur son excelentes alternativas para mantenerte controlado y energético.

3) “Ponte a calcular cada caloría que comes”
Ojalá el cuerpo fuera una simple calculadora que con cierto número de calorías mantuviera o disminuyera el peso… pero no ocurre así, ya que variará su efecto según lo que estemos comiendo; por ejemplo, las 50 calorías de una manzana actúan distinto a las 50 calorías de un vaso de cerveza.

Lo importante es fijarnos en alimentos con “energía de calidad”, es decir: que contengan muchos nutrientes. Ejemplos de lo contrario: una chorrillana gigante con harta cebolla salteada encima; suena sabroso, pero sólo aporta colesterol y triglicéridos a nuestro cuerpo.

4) “Quita los carbohidratos de tu vida”
Nuevamente, este consejo dependerá del tipo de alimento. Los carbohidratos refinados (presentes en el pan y el arroz blanco) sí te pueden hacer subir de peso, pero hay otros alimentos saludables que también los contienen, tales como cereales integrales, frutas, vegetales y legumbres.

En 2002, un estudio de la Escuela Americana de Nutrición descubrió que si se reemplazan los tallarines, arroz y harina por alimentos integrales (también llamada “de grano entero”) se puede reducir la carga de glicemia y con esto, la demanda de insulina del cuerpo, reduciendo el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.

5) “Sal a trotar con el estómago vacío”
Un estudio publicado en la revista “Fuerza y Acondicionamiento” demostró que salir a hacer ejercicio sin tomar desayuno no te hará gastar más calorías… pero sí hará que pierdas musculatura.

6) “No te des gustos”
Que estés a dieta no significa que no puedas volver a comer torta en ningún cumpleaños: si planificas cuidadosamente tus comidas, podrás disfrutar de estos gustos de vez en cuando.

7) “Tómalo todo con endulzante artificial”
Una movida típica al empezar a hacer dieta es cambiar todas las bebidas azucaradas por aquellas que son light. Pero una investigación de la revista “Cuidado de la Diabetes” descubrió que si consumes diariamente estas, sube en un 36% el riesgo de desarrollar síndrome metabólico y un 67% las posibilidades de tener diabetes tipo 2. El mejor consejo: volver a lo natural y tomar agua.

8) “Demasiadas frutas azucaradas te pondrán gordo”
No quites tus frutas favoritas de tu dieta, ya que el azúcar que éstas contienen (llamada fructosa) es natural y no te afecta de la misma manera que las galletas o un pedazo de torta. Además, su fibra es muy útil para evitar el estreñimiento.

9) “Compra comida libre de azúcar o libre de grasas”
No basta con comprar alimentos que caigan en esta categoría: aquellos que son libres de grasas tienden a tener altos niveles de azúcar y sodio, mientras que aquellos que son libres de azúcar tienden a utilizar endulzantes artificiales, los cuales diversos estudios han vinculado al aumento de peso.