Ni siquiera Míster Músculo te podrá salvar de la cruda realidad: existe material fecal en todos lados.

Si bien nos enseñan desde pequeños a lavarnos las manos después de ir al baño, ¿acaso desinfectamos otros objetos que también pueden contener gérmenes? No, porque ni siquiera conocemos todas las fuentes.

Después de leer esta traumática nota del portal de salud masculina Men’s Health prometemos que utilizarás el alcohol gel para todo. Este es el listado:

1) Tu celular
Ya no querrás contestar las llamadas con el teléfono presionando tu rostro después de enterarte de que existen 16% de posibilidades de que contenga heces.

Así lo demostró un estudio de la Universidad Queen Mary de Londres, que encontró E. coli en en estos, bacteria capaz de producir fuertes problemas estomacales. No es el único germen que puede estar presente: también pueden ser portadores de influenza o estafilococos resistentes a la meticilina (MRSA). 

¿Cómo solucionarlo? Utilizando toallitas desinfectantes especializadas para equipos electrónicos, como afirmó el doctor Charles Gerba, un profesor de microbiología de la Universidad de Arizona.

2) Tu parrilla
Sabemos que es una enorme lata quitarle la grasa seca a una parrilla y que derretirla al fuego no es suficiente para limpiar este aparato… pero recordemos que sobre esta cocinas la carne que consume toda tu familia.

Una parrilla suele contener 1.7 millones de gérmenes cada 2,5 centímetros al cuadrado, según un estudio británico del 2013: el doble de las bacterias que contiene el inodoro.

Así que ármate de jabón y una buena virutilla para restregarla más seguido. También puedes utilizar un clip metálico para raspar los restos carbonizados y terminar de limpiar con un desinfectante fuerte. No olvides secar con toalla nova.

Mike (cc) | Flickr
Mike (cc) | Flickr

3) Tu ropa “limpia”
Tu ropa interior transfiere alrededor de 500 millones de bacterias E. coli a la lavadora y luego tú la llenas de agua y remojas ahí tus pantalones y camisas. ¿No suena muy inteligente, no?

Para dejar de centrifugar tu ropa en material fecal, primero lava las prendas blancas y utiliza cloro, para así aprovechar de limpiar la máquina. Luego la utilizas con tranquilidad para el resto de tus cosas. Y si vas a lavar tus calzones o boxers, hazlo en una carga aparte y con agua caliente. Otra buena idea es dejar la lavadora corriendo solo con cloro una vez al mes.

4) Tu cepillo de dientes
Cada vez que descargas tu WC, salen despedidos por al aire cientos de partículas con materia fecal… que van a dar directo a tu cepillo de dientes, especialmente si está cerca del inodoro.

¿Cómo evitarlo? Simple, déjalo adentro de un mueble o lo más alejado posible de la fuente de gérmenes. También puedes remojarlo en enjuague bucal que contenga cloruro de cetilpiridinio.

5) La esponja de tu cocina
Siempre está húmeda, llena de restos de comida y en contacto con las bacterias, por lo que no es muy higiénico pasarla luego por los platos. Como puede contener 200 mil veces más gérmenes que tu inodoro, te dejamos un tip para limpiarla: métela durante un minuto a tu microondas.

6) Botones de ascensores
Un estudio de Arabia Saudita demostró que el 97% de los botones de ascensores están contaminados por gérmenes que pueden producir desde intoxicaciones hasta enfermedades respiratorias. La solución: utilizar alcohol gel después de apretar tu piso. 

Gideon Tsang (cc) | Flickr
Gideon Tsang (cc) | Flickr

No es el único objeto de riesgo según esta investigación: también el carrito del supermercados o tu mouse te exponen a muchísimas bacterias.

7) Tu teclado
Cada vez que comes encima del teclado o que te pones a tipear medio enfermo contaminas este objeto. Un estudio londinense demostró que este artículo puede contener hasta 5 veces más bacterias que el asiento de tu inodoro.

Así que a limpiarlo con las distintas opciones que existen en el mercado: aspiradoras y sanitizantes para dispositivos electrónicos.

8) El cajero
Ojalá que la cifra que retires no sea muy larga, porque cada botón del cajero automático contiene alrededor de mil 200 gérmenes, entre los que se cuenta el virus del resfriado y la E. coli, según un estudio de la Universidad de Arizona. Así que después de utilizarlo puedes volver a recurrir al alcohol gel o toallitas desinfectantes.

William Grootonk (cc) | Flickr
William Grootonk (cc) | Flickr