Una de las aficiones más conocidas de los futbolistas es, sin duda, el gusto por los autos. No es secreto que una parte importante de sus ganancias la destinan en la adquisición de vehículos de lujo, como en el caso de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, los que además deben pagar altas sumas por concepto de seguros.
No sólo son rivales dentro de la cancha, también fuera de ella compiten por quien tiene los mejores autos. En este ámbito, el triunfo es aplastante para el delantero portugués, dueño de una humilde veintena de lujosos deportivos, útiles para trasladar con estilo a su novia, la rusa Irina Shayk. La “Pulga” en tanto, se inclina por autos más familiares, para velar por la comodidad de su mujer y de su pequeño hijo, Thiago.
Por añadidura, poseer una cantidad considerable de autos de gama alta, da para pensar en cuánto dinero tienen que invertir en seguros que respondan en caso de cualquier problema con los vehículos. Bueno, ante la duda, diario
Empecemos con el goleador “merengue”. Se estima que el valor total de la flota de bólidos de CR7, entre las que se encuentran máquinas de afamadas marcas como Ferrari, Lamborghini, Audi, McLaren y Bugatti, se empina por los 3 millones de euros, algo así como 2 mil 310 millones de pesos, lo que se traduce en un gasto promedio anual de 100 mil euros (77 millones de pesos), sólo por el pago de seguros.
Estos 77 millones de pesos no son más que un pelo de la cola de la fortuna del portugués. Para tener una referencia, lo que Cristiano gasta en seguros, perfectamente alcanza para comprar 13 autos city car (de unos 6 millones de pesos cada uno), o un amplio y cómodo departamento o casa en un buen sector.
Por su parte, Lionel Messi, también posee varios autos, pero no le llega ni a las canillas a la estrella del Real (futbolísticamente tampoco, dicen los “chaqueteros”). Da igual, el “blaugrana”, que prefiere la comodidad y seguridad antes que la rapidez, es dueño de varios todo terreno y uno que otro deportivo. Su colección ostenta vehículos de las mejores marcas a nivel mundial, entre las que destacan Maserati, Ferrari, Dodge y Audi.
Para mantener asegurado sus “cacharritos”, el argentino debe desembolsar unos 20 mil euros al año, es decir, modestos -para él- 15 millones de pesos, que para una persona de clase media que trabaja de sol a sol, bien le alcanzarían para pagar la educación universitaria completa de su hijo, o para comprarse un vehículo 4×4 de buena marca, japonesa en lo posible.
Además, con motores que promedian los 4 mil centímetros cúbicos, el gasto en combustible también debe representar una cifra no menor, pero esa, es harina de otro costal. Por mientras, nosotros seguimos soñando con algún día poder comprar un auto así, o en su defecto, ganarlo jugando raspe o en algún sorteo.
