¿Eres de las personas que coloca papel o confort antes de sentarse en la taza del baño?

Todos lo hemos hecho alguna vez, generalmente cuando usamos un baño público, con la idea de evitar una infección.

No obstante, y para decepción de muchos, por no decir todos, este acto no valdría la pena.

Así lo asegura un estudio realizado por William Schaffner, profesor de medicina preventiva en el Centro Médico de la Universidad Vanderbilt, quien agrega que esto sólo nos da tranquilidad.

El docente señaló a The Huffington Post, que esto “Se debe a que los asientos de los inodoros no son un vehículo para la transmisión de cualquier agente infeccioso”.

Lo que realmente es determinante para evitar una infección, es lavarse correctamente las manos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (en EEUU), esto “reduce las muertes relacionadas con enfermedades diarreicas hasta en un 50%”.

Philip Tierno, director de microbiología clínica e inmunología de diagnóstico en la Universidad de Nueva York y el Centro Médico Monte; Sinai Medical Center en Nueva York, asegura que la piel de nuestros traseros actúa como un muro protector de infecciones.

El especialista asegura que estos papeles son demasiado delgados. Si deseas utilizarlos, dice, puedes colocarlos dobles sobre el W.C, pero esto actúa más como una barrera psicológica que como protección física.