El capo mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán escapó de la cárcel de máxima seguridad en que estaba recluido a través de un kilométrico túnel escondido bajo la ducha de su celda, la segunda fuga de este narcotraficante que pone en entredicho al gobierno de México.

Este domingo, la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) confirmó que la “alerta por evasión” se lanzó la noche del sábado cuando los guardias no hallaron al narcotraficante en el “área de tratamientos especiales” del penal del Altiplano, ubicado a 90 km de la capital mexicana.

Desde entonces, tropas de las fuerzas federales buscan por tierra y cielo a Guzmán, de 58 años, quien había sido arrestado por última vez en febrero de 2014 y es considerado uno de los capos más poderosos del mundo.

Lee también: Encuentran cuerpo de joven estudiante desaparecida en Valparaíso

Cuando las autoridades buscaron a “El Chapo” en su celda, hallaron un gran orificio en el área de la regadera que comunica con un túnel de unos 1,7 metros de alto por 80 centímetros de ancho que desemboca a “más de 1.500 metros” de distancia, dijo en conferencia de prensa Monte Alejandro Rubido, titular de la CNS.

En el sofisticado canal, con ventilación y alumbrado, había una motocicleta adaptada sobre rieles que habría servido para transportar las herramientas y maquinaria necesarias para las obras de excavación, así como para extraer la tierra que esto generó.

Este pasaje llega hasta un inmueble en construcción ubicado al suroeste del penal, que está rodeado por sembradíos de maíz y que este domingo lucía custodiado por unos 250 uniformados mientras un helicóptero sobrevolaba la empobrecida zona.

Las autoridades ordenaron el cierre del cercano aeropuerto internacional de Toluca, mientras que en retenes instalados en las carreteras aledañas, soldados apuntaban sus linternas hacia los automovilistas y escudriñaban los maleteros de sus vehículos, constató la agencia AFP.

Un total de 18 agentes penitenciarios serán llamados a declarar sobre la misteriosa fuga en este penal en Almoloya, que alberga a los capos, asesinos y violadores más peligrosos del país.

Paralelamente, el gobierno de Guatemala desplegó sus fuerzas para blindar la zona fronteriza con México.