Conmoción causó en la Isla Oak (Carolina del Norte, Estados Unidos) el feroz ataque de tiburones a dos adolescentes, en agresiones separadas. Una de las víctimas sería una niña de 12, quien sufrió la amputación de su brazo y podría perder una pierna debido a las lesiones sufridas el domingo.
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Los bañistas corrieron a ayudarla tras escuchar sus gritos en el agua. Tras rescatarla, la llevaron rápidamente al hospital de Wilmington, donde fue removido su brazo desde el codo. La segunda víctima fue un chico de 16 años, el cual fue atacado unas dos millas más allá del primer caso. Este también podría perder el brazo, como precisa el medio inglés Metro.
Una larga tabla de boogie con una enorme marca de mordida es una de las pruebas que dejó esta brutal agresión. Debido a esto, la playa fue cerrada al público. “No quiero que todos crean que esta e suna área donde tengan que preocuparse por las mordidas de tiburón. Pero en el futuro, la gente tendrá que ser extra atenta”, declaró la alcaldesa Betty Wallace.
