Para muchas personas, la ducha diaria es sagrada, sobre todo en verano y cuando las temperaturas están altas, sin embargo, el baño depende de las características de cada persona y no tanto del ambiente que lo rodea.

Nuestro cuerpo reacciona de manera diferente ante las condiciones climáticas o dependiendo de nuestras actividades diarias. Algunas personas sudan más que otras, y ellas, precisamente, necesitan duchas diarias, pero aquellas que no suelen transpiran en demasía, puede meterse a la tina cada dos o tres días, apunta la dermatóloga Monika G. Kiripolsky, según informa el portal de noticias BioBioChile.

De igual forma, la profesional advierte que ducharse excesivamente, o sea, más de una vez al día, es muy perjudicial para la piel y su función de barrera protectora, puesto que se debilita y reacciona de mala forma ante productos externos como fragancias o perfumes, ya que que podrían producir sequedad de la piel, enrojecimiento e irritación.

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También, los especialistas recomiendan ‘ducharse bien’ antes que ‘ducharse en exceso’, además de preocuparse que en un baño la persona se lave muy bien el pelo, las axilas y los genitales, puesto que son las partes del cuerpo que mayor cantidad de sebo producen, por tanto generan el mal olor corporal. Junto a ello, utilizar agua tibia y evitar el uso de jabones duros en barra (eliminan el aceite natural de la piel), contribuirán a un mejor cuidado del cuerpo.

Finalmente, los cinco errores más comunes que la mayoría de las personas comete a la hora de tomar una ducha, son:

1.- Bañarse largo rato con agua caliente es reconfortante pero dañino para la piel porque puede producir dermatitis. Lo mejor es la ducha corta y con agua tibia.

2.- Abusar de los geles de ducha y jabones que dan mucha espuma es perjudicial para los aceites naturales de la piel, puesto que el efecto tensoactivo de estos productos, las remueve.

3.- Enjuagar mal el cuerpo, considerando que en ocasiones quedan residuos de jabón, acelera la sequedad de la piel, además de producir irritación.

4.- El uso de máscaras faciales después de la ducha igual es un elemento que afecta a la piel.

5.- Secarse de inmediato con la toalla después de salir del agua es perjudicial, puesto que también se reseca la piel. Lo ideal, es darse unas ‘palmaditas’ en el cuerpo para que el agua salga.